jueves, 27 de marzo de 2008

LA CRISIS DEL PRD (I)

La crisis del PRD termina pareciéndose a una crisis familiar. El pleito que se escala, el líder sereno que termina desquiciado y adoptando actitudes similares a quien considera su contrario. Mientras que la mayoría de los militantes, nuevos y viejos que no participamos directamente en el combate, no encontramos que hacer para argumentar a nuestros posibles simpatizantes, que esta crisis debe ser, como todas las crisis, pasajera.

Acabo de ver el debate entre Graco Ramírez y Fernández Noroña en el programa de Denisse Merker. Imposible el diálogo. Noroña sigue siendo un patán con patente de corzo y Graco no puede detener la andanada de mentiras y medias verdades con las que les salió el Secretario de Prensa y Propaganda del CEN y uno de los comandantes de la Resistencia Civil Pacífica.

Fue impresionante ver a Dolores Padierna con una cara angelical diciendo haber sido agredida por militantes provocadores que le aventaban ligas. De verdad sorprende la capacidad de simulación y cinismo a la que han llegado. Alguien dijo ayer en una reunión que el problema es que estos personajes antes de salirse del partido van a tratar de dejarlo todo destruido "Lo están logrando", les dije desde la distancia con la impotencia de quien se sabe sólo testigo de los hechos.

Con la posición de Fernández Noroña me quedó claro que no se detendrán hasta acabar con el PRD, tomar el partido por la fuerza o formar otro que se llamaría a si misma como la opción legitima de la izquierda mexicana. Triste final de una esperanza.

26 marzo 2008

martes, 11 de marzo de 2008

EL PRD Y LOS JUEGOS DE NEY

Que piel tan delgada tiene el gobernador de Nayarit, escuchó campanadas de misa y se puso a rezar. No sin jiribilla, después de la declaración del profe Castañeda y de la carta dirigida por Rodrigo, Pavel Jarero y Grisela, Ney González no solo no enfrentó con seriedad de un gobernante la acusación de que hubiera intervenido en el conflicto generado por el préstamo del avión del gobierno estatal a una de las planillas que participan en la elección interna del PRD sino que verbalmente se puso a jugar el juego del poderoso: amenazando que solo sus chicharrones truenan y que la acusación de andarse metiendo en la elección interna era un tema que el terminaba cuando quisiera y que estaba preparando una lista de apoyos a perredistas para dárselos a los periodistas y que, además, que los mismos se encontrarían a uno de los miembros del PRD que el gobierno pago la reparación de daños para no parar en la cárcel. Mala leche, sin duda, pues se refería al caso de la acusación que sus aliados panistas encabezados por Miguel Bernal, presidente municipal de San Blas, han hecho reiteradamente a Rodrigo González Barrios por el asalto que pobladores del puerto hicieron a un trailer que transportaba material en tiempo de elecciones estatales por instrucciones (será casualidad?) del gobierno de Antonio Echevarria.

A veces, el tonito y el estilo es lo que marcan la intención de una expresión y el Gobernador González lo hizo con toda la mala fe del mundo para decir que el apoyaba (y no solo de gestión social) a todas las corrientes del perredismo. Como si el ejercicio del gobierno fuera la voluntad de un soberano, se puso a hacer un recuento de “los favores” otorgados por su gobierno a los perredistas incluyendo el pago de reparación del daño del saqueo del trailer imputado por los panistas sanblaseños a Rodrigo González Barrios. Acaso no fue el mismo gobernador el que ofreció resolver el problema de una vez por todas y asi se lo indicó al procurador? Porque para la relación del gobierno del estado con el PRD, el problema de perredistas detenidos por problemas electorales amenazaba con convertirse en una fuente permanente de agitación.

Había que poner claras las cosas, ni creo que el gobierno le interesa inmiscuirse en la elección, ni el gobernador puede sembrar la desconfianza al interior del PRD, hablando de que ha hecho “favores” a muchos perredistas de Nayarit. Por eso con el gobernador de Nayarit , todo trato debe ser arriba de la mesa, nada tras los biombos del poder, que solo le favorecen a el.