miércoles, 3 de septiembre de 2008

LOS PEQUEÑOS VENDEDORES



Eran solo dos chicos; uno de 10 y otro de 9, hermanitos, como Javier y Gustavo o como Manuel y Javier. Caminaban solos por los caminos polvosos que marcan la salida de El Ciruelo. Se habían acercado a la camioneta de redilas que nos llevaba al embarcadero. Pequeños, Güeros, con ropa humilde y cachuchas desgastadas. en dos cubetas, llevaban sus quesos "oreados", hechos por la mano materna. Originarios de La Yesca, se trasladan de pueblo en pueblo, a lo largo del vaso de la presa de el Cajón, construyendo vidas impensables para cualquier niño citadino, pero llenas de solidaridad y trabajo, necesarias para sobrevivir en la agreste realidad que les tocó vivir.

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