30 AÑOS SIN OLVIDO

Hoy se cumplen 30 años de la peor tragedia que ha sufrido la comunidad universitaria de Nayarit. A primera hora del día, un grupo de pistoleros miembros de la denominada Policía Universitaria asesinó a mansalva a 3 trabajadores que acudían a poner las banderas de huelga en las cercas de alambre que en ese entonces circundaban la ciudad de la cultura Amado Nervo.

Aquel acto fue la culminación de una serie de provocaciones a los recién formados sindicatos universitarios y al movimiento estudiantil que, saltando las barreras del porrismo oficial, apoyaba a los trabajadores en sus demandas. Pero sobre todo fue el colmo de un régimen absurdamente represivo, francamente autoritario que no sólo permitió sino que contribuyó a la formación de un cuerpo armado al interior de la universidad que terminó asesinando trabajadores y agrediendo a estudiantes y maestros.

Sin embargo, quizá la falta mayor de aquel gobierno fue la de proteger con el manto de la impunidad a todos los personajes que participaron en aquellos cruentos sucesos y que fueron los autores intelectuales de la etapa más negra que haya vivido nuestra universidad. Hoy siguen impunes, algunos tienen y otros han tenido cargos públicos y algunos más, en un retiro originado por la edad y enfermedades que parecen maldiciones, sin considerar aquellos que la vida los ha llamado a cuentas.

Lo que los une a todos ellos es que nunca se quitarán de encima la mancha indeleble de la sangre de los sindicalistas universitarios que murieron defendiendo sus derechos el 20 de febrero de 1979.