martes, 5 de febrero de 2008

LA PERMANENTE SE ACABA

Visiones distantes
Después de 5 horas de discusión por la mañana del martes 22 de enero donde se aprobaron los dictámenes de Dionisio Pérez Jácome y del Procurador Fiscal de la Federación, todavía les dimos batalla en los asuntos generales al plantear que era necesario exhortar al director de PEMEX a que compareciera ante la permanente por la importancia estratégica que guarda el tema ante la información que el gobierno panista y sus aliados han difundido para justificar una reforma energética. Al final e las reuniones estaban tan cansados que Jorge Ocejo me pregunto con sorna si acaso no tenía otro asunto general para continuar con la reunión. Con ese señalamiento y luego de varias horas se daba por terminada la reunión.

Sin embargo, ese martes dio para mas, pues la reunión de la comisión primera dirigido por Aleida Alvarez tocó el punto sobe el llamado que el congreso haría para llamar a una solución pacífica a la huelga y al retiro de la policía de las instalaciones de la mina.
Les dimos duro, era obvio que los panistas no querían que se tratara el tema , pero la estrategia que utilizo Aleida funciono; había que llevarlo a comisiones para discutirlo ampliamente y proponer públicamente y ante los medios la salida de la policía de la mina de Cananea.

Al pedir la palabra, comente que la represión ocurrida en Cananea era la consecuencia lógica de la política de criminalización de los movimientos sociales puesto en práctica por el gobierno de Calderón y que lo queríamos es "que Cananea no se convierta en otro Atenco, o en otro Oaxaca o Lázaro Cárdenas, es lo que no queremos", subraye

Ya en el debate, el senador Andrade, del PAN, reclamó el tono de los argumentos que habíamos utilizado los legisladores perredistas. "Estamos de acuerdo en la mayor parte del punto, pero "la violencia verbal con que han intervenido los compañeros del PRD, no da lugar a llegar a un consenso", sobre todo en el punto que se refiere a la salida de las fuerzas federales. donde los panistas reiteraron que los policías federales estaban allí en cumplimiento de una orden de la junta de conciliación y arbitraje.

“No hay comparación entre lo que aquí nos decimos, aún sea en el tono más fuerte, que la violencia que se ha utilizado en contra de los movimientos sociales” le conteste al senador Andrade, y “todavía mas, rematé, cuando hay muertos y heridos ya no hay posibilidad de llegar a acuerdo alguno, porque eso ya se vuelve una riesgosa escalada de violencia” y les planteé que votáramos el punto de acuerdo en los cinco apartados y era claro que el único donde no coincidiríamos sería en pedir la salida de la policía de la ciudad minera. Asi lo hicimos, y con la oposición de los panistas y los priistas se aceptó, con esa única salvedad.

Ese largo día terminó con la asistencia al funeral de la mamá de Yeidckol, Silvano y yo fuimos a ofrecer nuestras condolencias. Que mujer tan fuerte y valiente, digna de admiración es nuestra compañera senadora.

José Luis Soberanes y el desayuno fallido
La sesión de la permanente fue una réplica de las reuniones de la comisión. Ese día, Jose Luis Soberanes Fernández iría a dar el informe anual de la CNDH. Todo estaba bien, ese día, yo había llegado temprano a San Lázaro. Aún no desayunaba y le pedí a Toño Garzón, mi secretario, que me comprara un sándwich de panela que me comería en la salita adyacente al salón verde. Todo iba bien, en una bolsita de papel traía mi almuerzo y la inevitable coca ligth. Me senté en la mesita, pedí un plato, saqué el refresco y a punto de morder el gran sándwich apareció frente a mi, entrando a la sala, la imponente y gruesa figura del presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. De inmediato, solté el emparedado y sorprendidos ambos, nos saludamos.

El doctor Soberanes iba acompañado de Enrique Diaz Michel, el nayarita participante de aquel Consejo Nacional de Huelga de 1968 y ahora, trabajador de la CNDH. Rápidamente, Enrique nos presentó y lo puso al funcionario en antecedentes; “fue rector de la universidad de Nayarit y hoy es senador y muy apreciado en mi estado” le decía mientras tomaban asiento en la mesita en la que yo estaba sentado y donde discretamente ocultaba mi desayuno, “Adios Sandwich”, pensé, mientras me enfrascaba en una discusión filosófica sobre la importancia de las humanidades con Ricardo Pozas y otros consejeros que acompañaban a su presidente. El desayuno, entonces tuvo que esperar como dos horas mas.

La mesa directiva dio celeridad a la reunión. Al informe del doctor Soberanes vino la lista de iniciativas y posteriormente la lista de puntos de acuerdo asi como la toma de protesta del nuevo subsecretario de egresos y del procurador fiscal de la federación. Por supuesto, les volvía recetarlas propuestas y sugerencias que les había hecho en comisiones el dia anterior, aprovechando la ocasión, para, desde la tribuna, polemizar con el discurso dicho una noche antespor Felipe Calderón, donde consideraba que la economía mexicana tendría cuatro motores; la infraestructura, la vivienda, el campo y el turismo. Me fui sobre esa tesis y les dije que, inusitadamente, habían descubierto que la vieja tesis populista del gasto público como factor de reactivación es cierta, pero que deberían recordar que esos motores tenían un tanque de gasolina que significaban los ingresos de PEMEX, de las exportaciones manufactureras y las remesas de los migrantes. A los funcionarios, les volcí a repetir la misma fórmula, pero ahora desde tribuna. “Sensibilidad social, señores, es lo que hace falta, no lo olviden”.

La sesión terminó de manera abrupta, pues los grupos del PAN, del PRI y del PRD no nos habíamos puesto de acuerdo en los tres puntos de acuerdo que había que plantear para finalizar la sesión ante la falta de tiempo para leerlos todos. Los panistas se negaron a que Aleida presentara un punto sobre los requisitos incumplidos por Juan Camilo Mouriño para ser Secretario de Gobernación. Siendo así, ninguno presentó ningún tema y ahí se acabó la permanente.

No hay comentarios: