POBRE TEPIC

No es posible permanecer ausente de una terrible realidad. Tepic, nuestro hogar (Mio, de mis hijos, de mis amigos y de mis compañeros) desde hace 35 años y la que era una de las capitales mas tranquilas, limpias y provincianas de nuestro país se ha convertido en un desolador paraje. Sin un plan previamente trazado de acuerdo a las necesidades y aspiraciones de sus habitantes, nuestra ciudad fue cambiando de aspecto al gusto de gobernantes que solo veían la altura de su ego.

Los viejos estadios fueron destruidos, para dar paso a dos grandes baldíos y una ciudad de las artes que nadie pidió. El crecimiento de la población se extendió hacia el Oriente de la ciudad sin los espacios recreativos y de convivencia colectiva que existen en el casco histórico. Copiamos insensiblemente el crecimiento de las grandes urbes que solo han generado problemas y con ello se han multiplicado los problemas de transporte y espacios de convivencia colectiva. Se hicieron miles de promesas para garantizar la seguridad de la capital y su zona conturbada que quedaron en eso, solo propuestas lanzadas a los medios y que no tenían sustento alguno ni en organización, ni en recursos y lo que es peor, ni en voluntad para hacerlas.

Y ahora, en un evidente afán de ser socarrón, de burlarse y birlarse a sus oponentes el nuevo presidente electo de Tepic dice que recurrirá al endeudamiento si es necesario. Que bárbaros, ya no quieren trabajar, talonearle. Para ellos es muy fácil, solo con el poder de su firma y, ellos así lo creen, con el aval de la gente que los eligió. No les importa el futuro de los tepiscenses lo que único que les interesa es el presente, su presente.

Pobre Tepic

(Mexico DF, 23 de agosto de 2011)